Otra vez la patraña
Uno de los candidatos derrotados el 10 de abril se acaba de quitar definitiva y grotescamente la careta de concertador equidistante de los dos postulantes clasificados a la segunda vuelta, y se ha lanzado con furor a atacar al candidato de Gana Perú, con acusaciones falsas y carentes de pruebas, sobre un supuesto financiamiento extranjero, para su campaña de 2006.
La actitud del personaje de doble nacionalidad –que prometió falsamente renunciar a su ciudadanía norteamericana-, llena de ambigüedades, como decir por una parte que tuvo información de inteligencia y por otra que en 2006 “había la impresión” de que el candidato nacionalista recibía dinero de un gobierno extranjero, y agregar sibilino que “nada me dice que lo mismo esté ocurriendo pero nada me dice tampoco que no esté ocurriendo”.
Como era de esperar, los medios al servicio de la restauración de la candidatura Fujimorista amplificaron ululantes las provocadoras afirmaciones del excandidato y se lanzaron a recoger comentarios que le dan credibilidad pese a la endeblez de las acusaciones.
El autor de la maniobra parece haberse lanzado al ataque frontal y desembozado luego de agotarse su juego de supuesto representante de cerca de la mitad del electorado que no había votado por ninguno de los dos finalistas. La encuesta del pasado fin de semana estableció que estos cuentan ya con adhesiones de 42 por ciento uno y 36 por ciento la otra, que creen en sus propuestas y no necesitan un tercer personero que los represente.
El ataque, calificado como patraña por el agredido, que no quiere perder el tiempo en responderlo, demuestra la pobreza de argumentos de quienes, en el afán de preservar la desigualdad y los privilegios, no han dudado en sumarse a quienes pretenden hacer retroceder al país al pasado oprobioso de dictadura, crimen y corrupción.
Han resucitado la misma acusación utilizada hace cinco años, repetida hasta el cansancio durante este quinquenio aprista, porque no tienen argumentos serios ni propuestas consistentes para competir con quienes van adelante en las preferencias ciudadanas.
El ataque parece también el detonante de una operación millonaria de demolición del candidato nacionalista, que LA PRIMERA ha denunciado oportunamente y que se ve reforzada con el confirmado retorno a la televisión de un equívoco personaje que tiene la misión de demoler al candidato que encarna los anhelos de cambio y equidad de los peruanos.
Los peruanos de bien no pueden permitir este escandaloso intento de manipular su decisión cívica y deben rechazar una acción que ofende su dignidad y atenta contra los intereses ciudadanos y nacionales, que nada interesan a quienes quieren mantener un estado de cosas negativo para la patria.
Redactor : Anonimo
Fuente : La Primera
Como era de esperar, los medios al servicio de la restauración de la candidatura Fujimorista amplificaron ululantes las provocadoras afirmaciones del excandidato y se lanzaron a recoger comentarios que le dan credibilidad pese a la endeblez de las acusaciones.
El autor de la maniobra parece haberse lanzado al ataque frontal y desembozado luego de agotarse su juego de supuesto representante de cerca de la mitad del electorado que no había votado por ninguno de los dos finalistas. La encuesta del pasado fin de semana estableció que estos cuentan ya con adhesiones de 42 por ciento uno y 36 por ciento la otra, que creen en sus propuestas y no necesitan un tercer personero que los represente.
El ataque, calificado como patraña por el agredido, que no quiere perder el tiempo en responderlo, demuestra la pobreza de argumentos de quienes, en el afán de preservar la desigualdad y los privilegios, no han dudado en sumarse a quienes pretenden hacer retroceder al país al pasado oprobioso de dictadura, crimen y corrupción.
Han resucitado la misma acusación utilizada hace cinco años, repetida hasta el cansancio durante este quinquenio aprista, porque no tienen argumentos serios ni propuestas consistentes para competir con quienes van adelante en las preferencias ciudadanas.
El ataque parece también el detonante de una operación millonaria de demolición del candidato nacionalista, que LA PRIMERA ha denunciado oportunamente y que se ve reforzada con el confirmado retorno a la televisión de un equívoco personaje que tiene la misión de demoler al candidato que encarna los anhelos de cambio y equidad de los peruanos.
Los peruanos de bien no pueden permitir este escandaloso intento de manipular su decisión cívica y deben rechazar una acción que ofende su dignidad y atenta contra los intereses ciudadanos y nacionales, que nada interesan a quienes quieren mantener un estado de cosas negativo para la patria.
Redactor : Anonimo
Fuente : La Primera
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