jueves, 19 de noviembre de 2009
Presidente for export
El presidente Alan García insiste en que nos espían no para atacarnos ni para desbaratar, en caso de conflicto militar, nuestra defensa, sino por envidia.
El caso no es, pues, de estrategia, táctica y arte operativo castrenses, sino de psicología y psiquiatría.
“Nadie que sea fuerte mira al vecino”, sentenció.
“El que se siente débil, ése vive espiando”.
García tiene la fórmula para acabar con la amarilla envidia: enviar a esos países, mejor dicho, a Chile, a nuestro ministro de Economía para que enseñe allá cómo hacer para desarrollarse. Exportación no tradicional.
Se debe suponer que nuestro ministro de Economía sigue en verdad las orientaciones del primer mandatario.
Por lo tanto, para ayudar a nuestros vecinos lo mejor sería enviar al presidente mismo.
Mi modesta proposición no se opone a la planteada por el doctor García.
Propongo exportar juntos al presidente y al ministro.
El presidente ha insistido ayer en que el espionaje contra el Perú es, en el fondo, un homenaje a nuestro país.
¿Qué pasará cuando, gracias a nuestra exportación de cerebros, los vecinos mejoren su economía? ¿Van a cesar los homenajes?Nos daría mucha pena.
Precisemos que la declaración de García ocurrió en la inauguración del Hospital del Callao “Luis Negreiros Vega”.
Suponemos que hay allí una sección de psiquiatría. No lo sabemos.
Pero nos hubiera gustado preguntar a los galenos de esa especialidad qué significa que nuestro presidente diga que la receta del desarrollo peruano es “clara y limpia: atraer la inversión, tener estabilidad, menos soberbia y más trabajo”.
Pero Chile ha captado este año 2009 un total de 11,520 millones de dólares en inversiones extranjeras directas (El Mercurio, 9 de noviembre), y en el Perú con las justas bordeamos los mil millones.
No hay ningún derecho a que se nos atormente con esa duda, a nosotros, que tenemos la firme decisión de proponer que se instituya el Premio Novel de Economía, y postulamos para ese lauro al doctor García.
Entretanto, en el Perú ha surgido, a raíz del espionaje, una confluencia de opiniones sobre aspectos vitales.
En primer lugar, el rechazo al espionaje chileno.
Otra concordancia plantea revisar vínculos económicos y comerciales con Chile.
En particular, crece el llamado a anular el TLC que el Presidente García firmó y defendió con pasión.
Aspecto a revisar es el suministro de petróleo y gas a Chile.
No se puede omitir que la última vez que Piñera, el candidato presidencial de la extrema derecha chilena estuvo en Lima, en mayo de 2008, conversó durante dos horas, en Palacio, con Alan García. Horas después, García declaró que había que venderle gas a Chile.
En este momento crítico, el presidente García debería revelar qué propuestas elaboró con el político y empresario mapochino.
Cesar Levano
Fuente : La Primera
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