El no de Vargas Llosa |
Mario Vargas Llosa ha declarado en Chile que de ninguna manera votará por Keiko Fujimori en la segunda vuelta electoral porque con ella “los criminales y los asesinos pasarían de la cárcel al gobierno”. El dilema convoca especulaciones. Una de éstas puede significar que el Premio Nobel no rechaza a priori un voto por Humala; pero quiere cerciorarse de lo que va a plantear de aquí a la segunda vuelta. Sin duda Vargas Llosa considera que Humala puede –o debe, según él– virar hacia el neoliberalismo. ¿En qué consiste éste en la versión vargasllosista? En el fundamentalismo del mercado, en la disminución del papel del Estado, en la vinculación estrecha con Estados Unidos y en el alineamiento con los países más derechistas de América Latina: México, Colombia, Chile. Una ausencia creciente en los criterios y juicios del escritor es el aspecto social. Cuando habla de libertad se refiere sobre todo a la de la empresa. No hemos visto que condene la ausencia de libertades sindicales, en un país donde quien intenta formar sindicato es candidato seguro al despido, y donde sólo uno de cada cuatro trabajadores está en planilla y sólo 15% tiene seguro. Vargas Llosa considera que el Perú ha avanzado económicamente desde que se adhirió al neoliberalismo, que es una línea que ha arruinado a las grandes potencias, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia. Alemania se ha salvado hasta ahora porque ahí la derecha se negó a recortar derechos sociales, mientras socialdemócratas y ambientalistas recibieron masivo repudio precisamente por fomentar recortes en lo social. No hay milagro económico peruano. No puede Vargas Llosa ignorar que el crecimiento peruano se debe a la coyuntura mundial de altos precios para las materias primas. La alta votación de Humala, y gran parte de los sufragios por Toledo y aun por KeikoFujimori, expresan descontento por la situación económica y social, en el país donde las grandes mineras nacionales y transnacionales buscan pagar los menores impuestos posibles y consideran el medio ambiente como un factor desdeñable frente a las posibilidades de superganancias. No sabemos qué piensa Vargas Llosa respecto a la depredación y el despojo que sufre la población amazónica. Quienes, desde una posición independiente, respaldamos –en medio de un vasto y monótono coro mediático– a Humala suponemos que éste tiene que sentirse estimulado por las ahora titubeantes declaraciones de Vargas Llosa. Sería bueno que ambos dialogaran sobre lo que hay que hacer en un país estragado por la injusticia, la desigualdad y la corrupción. Cesar Levano Fuente : La Primera |
miércoles, 13 de abril de 2011
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