miércoles, 7 de abril de 2010

Oficialistas persisten en negarse al diálogo. Mineros dan muestras de que quieren desbloquear Panamericana. Dan tregua. Madre de Dios levantó medida de fuerza.

Apristas frustran solución a conflicto minero informal
Después de reunirse con el jefe de Estado, bancada oficialista retiró su firma del acuerdo multipartidario.
El premier Javier Velásquez sostuvo anoche que los dirigentes de los mineros informales suspendieron su medida de protesta por 48 horas en Madre de Dios y que hoy tendrá una reunión con todas las autoridades de la zona. Señaló que el Ejecutivo formará una comisión de alto nivel para solucionar el conflicto.
La Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) expresó ayer su preocupación por la tensa situación que existe en el distrito de Chala, provincia de Caravelí, Arequipa, ante el conflicto social que tiene como protagonistas a la Federación de Mineros Artesanales del Perú y las autoridades del gobierno. Aprodeh invocó a ambas partes a resolver esta situación por la vía del diálogo, en el marco del respeto absoluto a los derechos humanos.
La solución al conflicto de los mineros informales que ayer cumplió su tercer día de paralización con bloqueo de carreteras y que ha dejado un saldo de seis vidas perdidas, se frustró una vez más debido a que el partido de gobierno retiró su apoyo a un acuerdo multipartidario para que el pleno del Congreso debata el dictamen del proyecto de Ley de Fortalecimiento y formalización de la Minería Informal.
Ayer, a las 5:48 de la tarde, cuando faltaban algunos minutos para el inicio de la sesión plenaria en el Congreso, la mesa directiva recibió una carta de la Célula Parlamentaria Aprista (CPA) en la que anunciaba que había retirado su firma del acuerdo de la junta de portavoces parlamentarios realizada en la mañana, la cual priorizaba el debate de esa ley, después de ver la denuncia en contra de Efraín Anaya, miembro del Consejo Nacional de la Magistratura.
Además, una delegación de los huelguistas, encabezada por el secretario general de la Federación Nacional de Mineros Informales (Fenamarpe), Teódulo Medina, se había entrevistado en los dos últimos días con el presidente del Legislativo, Luis Alva Castro, quien les había asegurado que la discusión del dictamen de los proyectos 2105 y 2306, referidos a la ley, se realizaría en el pleno de ayer.
El presidente de la CPA, José Vargas, argumentó en su carta que los dictámenes analizados por la Comisión de energía y Minas, requieren de mayor estudio.
Con el retroceso del aprismo, sólo 52 congresistas votaron por debatir el dictamen, después de haber contado con 88 votos. Para priorizar un tema en la agenda se requiere 58 votos parlamentarios.
La congresista Susana Vilca, que firmó uno de los proyectos, dijo que resulta incongruente la actitud del oficialismo, que afirma que quiere formalizar la minería pero al final retira su firma e impide que el tema sea visto en el Congreso.
“Está pasando lo mismo que en Bagua”, señaló, al calificar de insensibles tanto al Congreso como al Ejecutivo, por considerar que no contribuyen a buscar una solución al conflicto, como si no les importaran las muertes ocurridas.
Mientras tanto, Teódulo Medina, el dirigente de los informales, dijo que, a pesar que el gobierno no da señales de diálogo, buscará una solución al conflicto, cuando se reúna con sus bases. Reconoció que la protesta se escapó del control de los dirigentes y no reconoció responsabilidad en actos de fuerza como la toma de carreteras.
Fuente : La Primera
La vacancia razonable

El Partido Nacionalista va a proponer en el Congreso la vacancia de la presidencia de la República.

El pedido se basa en el artículo 113 de la Constitución, el cual establece como una causal de tal vacancia la “permanente incapacidad moral o física (del presidente), declarada por el Congreso”.

A la luz de la razón, es indudable que el doctor Alan García no merece seguir ocupando el sillón presidencial.
Ollanta Humala y su partido aluden al hecho de que bajo García, en algunos casos por obra de la legislación que él ha impuesto, en otros por evidente orden de su despacho, diversos conflictos sociales han sido enfrentados con violencia brutal, que ha producido 70 muertos, 600 heridos y más de 1,300 dirigentes gremiales enjuiciados.
Muchos otros motivos podrían aducirse. Defensa de actos ilegales e inmorales como en el caso de la minera Majaz, o en la venta del aeropuerto civil de Collique, o en la imposición de Tratados de Libre Comercio contrarios al interés nacional, o la participación en el faenón de Rómulo León Alegría.
El problema es que, dada la actual correlación de fuerzas en el Congreso, no es probable que la vacancia sea declarada.
Puede suponerse, sin embargo, que el pedido nacionalista abrirá las puertas a un gran debate sobre la política represiva del régimen aprista y a las responsabilidades en la matanza de mineros en Chala.
Una discusión documentada e intensa puede, eventualmente, conducir a un sacudón de la conciencia cívica. En el fondo, los grandes problemas suelen encontrar soluciones, no en el marco estrecho de Palacio o del Congreso, sino en el vigor de la acción ciudadana. Ya ahora, los mineros informales han conseguido, por acción directa, que García se muestre dispuesto a modificar su Decreto de Urgencia 012 – 2010.
El planteamiento de Humala ha traído a la memoria pedidos de vacancia que se formularon contra Alejandro Toledo. Un sector de la extrema izquierda clamó, a través de uno de sus voceros, en la Derrama Magisterial, que, dada “la claudicación” de la CGTP, el pueblo debía tomar en sus manos esa demanda. También el Apra propuso vacar a Toledo. No pasó nada.
Era, por cierto, otro contexto. Ahora hay muertos en la escena.
Hay una vacancia que sí se produjo: la de Alberto Fujimori, cuando éste envió desde Asia, mediante fax, su renuncia al más alto cargo de la República. En ese momento había dos vicepresidentes, Francisco Tudela y Ricardo Márquez. El Congreso no podía aceptar la renuncia del fugitivo. Tuvo que inventar una figura: la renuncia de los dos vices, a fin de vacar a Fujimori y permitir que el presidente del Congreso, Valentín Paniagua, se ciñera la banda presidencial.
El coro de fondo venía de las calles y las plazas: el rechazo masivo al fujimorismo autoritario y corrupto.
Cesar Levano
Fuente : La Primera

martes, 6 de abril de 2010

García justifica sangrienta represión
El presidente García no dijo una sola palabra sobre los muertos. Su silencio lo condena.

El legislador nacionalista Daniel Abugattás denunció que el gobierno tiene una política de asesinatos como forma de frenar las protestas en vez buscar el diálogo con los sectores discrepantes.
¿Y la gran minería?
Carlos Reyna dijo que la actitud de García contra de la minería artesanal obedece a la presión venida desde los Estados Unidos sobre la protección ambiental contenida en el Tratado de Libre Comercio suscrito con ese país y que el gobierno peruano busca aplicar a la minera artesanal o informal que está desvalida y no a las grandes empresas mineras que al igual que éstas también contaminan, con la única diferencia que cuentan con respaldo económico y de algunos medios de comunicación.
Las palabras y los silencios de ayer del presidente García, en torno a la protesta de los mineros informales que ha dejado seis muertos y decenas de heridos fueron calificadas como una forma de intentar justificar la muerte de los mineros.
Es una minería salvaje en el sentido social porque explota a los trabajadores; ahí no hay salario fijo, no hay seguridad social, pago de jubilación para el futuro, allí simplemente se toma al ser humano a veces de 12, 14 ó 15 años para hacerlo lavar las aguas de los ríos envenenándose él mismo con el mercurio que utiliza”, sostuvo García
Dijo que la contaminación hace que los ríos de Madre de Dios se vean de color mercurio como producto de los químicos que “desordenadamente lanzan los que están buscando el oro en las aguas de los ríos o de las riberas, en la restingas de los ríos”.
“Esto es terrible y eso es una minería salvaje porque es absolutamente informal y no paga impuestos y entonces establece formas de trabajo que son propias del esclavismo, son propias de la antigüedad, el trabajador no recibe salario”, señaló el presidente, sin mencionar siquiera a los muertos que causó la operación policial.
“No estamos en contra de los trabajadores y de la gente pobre, ellos se pueden asociar y el Estado puede ayudarlos”, puntualizó.
El legislador nacionalista Pedro Santos que estuvo en la zona de protesta dijo a LA PRIMERA que “una vez más queda al descubierto la indolencia del presidente Alan García, a quien no le interesa la vida de los peruanos”.
Su actitud (de García) demuestra que a él no le pesan las muertes, lo mismo pasó en Bagua, de igual manera pasó aunque sin muertos en el moqueguazo, y también pasó lo mismo en Piura, donde hasta el momento siguen ocurriendo muertes”, sostuvo.
Ante las palabras del presidente García, el analista Carlos Reyna dijo que la motivación principal de García no es superar el abuso laboral ya que, dijo, el abuso laboral se da en el propio sector estatal.
Reyna criticó la forma desmesurada y con poca preparación con que las fuerzas del orden enfrentaron la toma de carreteras. Consideró que antes de la intervención de la Policía se debió agotar las negociaciones y el gobierno, al no hacerlo, ha demostrado poca capacidad para hacer frente al paro minero.
Opinó que a diferencia de lo sucedido en Bagua, en Chala no se ha producido ni una sola muerte en las filas policiales, siendo todos civiles, razón por la cual el analista manifestó que quedó demostrada la poca preparación policial.
Agregó que la actitud del Ejecutivo contra la minería informal obedece a la presión venida desde Estados Unidos sobre la protección ambiental contenida en el Tratado de Libre Comercio suscrito con ese país y que el gobierno peruano busca aplicar a la minera artesanal o informal que está desvalida y no a las grandes empresas mineras que también contaminan, con la única diferencia que cuentan con respaldo económico y de algunos medios de comunicación.
Sobre la afirmación del jefe de Estado, de que gobierna para preservar la naturaleza a futuro, indicó que, si bien es cierto es necesario velar por el medio ambiente, no se hace nada, por ejemplo, por evitar la contaminación producida por la actividad pesquera cercana a la capital.
Por su parte, el líder nacionalista Ollanta Humala señaló que no es posible que ahora tenemos la muerte de seis peruanos más, “producto de esta irresponsable política de Alan García de prolongar los conflictos para luego resolverlos a balazos”.

REACCIONES
No le interesa la muerte
LEGISLADOR PEDRO SANTOS
“Una vez más queda al descubierto la indolencia del presidente Alan García, a quien no le interesa la vida de los peruanos. Su soberbia lo lleva a hacer cosas como dar la espalda a los ciudadanos y no reconocer que son hermanos peruanos quienes se han enfrentado y muerto en medio de una situación que él mismo ha provocado. Su actitud demuestra que a él no le pesan las muertes, lo mismo pasó en Bagua, de igual manera pasó aunque sin muertos en el moqueguazo”.
Le parece bien las muertes
TEÓDULO MEDINA, PRESIDENTE DE FENAMARPE
“Al no reconocer que hubo excesos de parte de la Policía, el presidente Alan García justificó las muertes de nuestros compañeros mineros. Incluso nos ha tildado de salvajes, eso lo dice porque no tiene mayores argumentos para rebatir nuestras demandas. Repite y repite un discurso insultante. Pero qué podemos esperar de un presidente que califica a los nativos como ciudadanos de segunda categoría, seguro que pensará que nosotros los mineros somos de tercera categoría, y es totalmente inaceptable”.
Como en El Frontón
HERIBERTO BENÍTEZ. EX PARLAMENTARIO
“Estos luctuosos episodios me traen a la mente acontecimientos del primer gobierno de Alan García. Está retomando su actitud que tuvo por ejemplo durante la matanza de El Frontón. El país se desangra, pero a García no le importa nada. Cuando el pueblo le da la contra, García calla. Es su obligación responder con el diálogo. El silencio por las muertes es una forma de justificar las muertes”.
Balas y represión
FRANCISCO SOBERÓN (APRODEH)
“Es lamentable que para el presidente Alan García la única respuesta que exista sean las balas y la represión, una cosa es callar cuando se tiene la razón y otra muy diferente callar y guardar silencio cuando sabe que se ha equivocado. Esta represión ha sido contra mineros artesanales y no informales. Una cosa es disuadir y otra muy diferente es matar peruanos. Este episodio funesto ya se conoce en el extranjero. Debe responder por estas muertes y dejar que las balas sean su lenguaje”.
Calla sobre muertos
YONHY LESCANO. PARLAMENTARIO
“Otra vez podemos ver el resultado de las normas inconsultas de Alan García. Él lanza la política represiva y luego desconoce los reclamos que se producen con sus decretos legislativos, decretos de urgencia, etc. Todo el mundo está viendo una vez más que cuando las papas queman el presidente García se queda callado. No condena las muertes y por el contrario responde con más ataques verbales, es un irresponsable”.
Fuente : La Primera