martes, 2 de febrero de 2010
Huérfanos de ideas
En el Apra se libra un debate.
Por supuesto, no se refiere a principios, programa, propuestas.
La contienda es por el cargo de secretario general del partido.
Es una lucha entre iguales: ninguno plantea cambios en la línea y en la conducción política del gobierno aprista.
La disputa resulta por eso una pantomima.
Jorge del Castillo, que aspira a la candidatura presidencial a nombre no de las bases apristas, sino de las cúpulas oligárquicas y transnacionales, ha intervenido en la lid.
Critica él, con razón, que Mauricio Mulder, secretario general del partido, aspire a la reelección mientras mantiene el poder partidario en sus manos.
Mulder no expresa una alternativa ideológica, política o social respecto de Del Castillo.
Buena prueba es su confesión de que tentará la reelección porque se lo piden bases como la CTP.
Resulta así que ésta no es en el fondo una entidad de frente único, como deben ser los sindicatos, sino simplemente un apéndice político del partido que prolonga la conducta antilaboral instaurada por Alberto Fujimori, y que ampara y realiza despidos en masa de sindicalistas, la creación de sindicatos paralelos corruptos y el balazo asesino para eliminar obreros o campesinos incómodos.
Sobre ninguno de esos puntos disputan Mulder y Del Castillo, o entre aquél y todos los demás candidatos a la secretaría general del Apra.
No se diferencian éstos ni por las ideas ni por los métodos.
Todos expresan la crisis terminal del aprismo, cuyo canto fúnebre debería ser un himno a la corrupción y la incapacidad.
Juan José Salazar García, ex ministro de Agricultura de García, ha puesto el dedo en la llaga al declarar que en el Apra de hoy “no hay líderes notables que asuman la posta” y que el aprismo tiene una fuerza electoral de al menos diez por ciento.
Como se recordará, Salazar salió del Consejo de Ministros por pronunciarse a favor de un acuerdo con los cocaleros.
El Congreso del Apra en que se elegirá (o reelegirá) al secretario general debe realizarse los días 5, 6 y 7 de marzo.
Es muy probable que ofrezca un espectáculo poco fraterno.
Ya en estos días ha surgido una disputa respecto a la decisión de la cúpula alanista de eliminar el mitin del Día de la Fraternidad.
Esa efeméride fue inaugurada en 1932, cuando Víctor Raúl Haya de la Torre iba a pasar su cumpleaños encarcelado en el Panóptico.
En la noche anterior, según me contó Armando Villanueva, algunos activistas decidieron dar a su líder una serenata original.
Hicieron sonar petardos en las cercanías de esa prisión de piedra y hierro.
Hay militantes y dirigentes apristas que piden que de todas maneras se realice el mitin del Día de la Fraternidad en la avenida Alfonso Ugarte.
En Palacio parecen temer una rechifla y un intercambio, ya que no de ideas, de trompadas.
Cesar Levano
Fuente : La Primera
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