jueves, 28 de enero de 2010
Construcción Civil en la mira
Hace tiempo, dirigentes de la Federación Civil denunciaron grave injerencia del régimen aprista en el sindicalismo de su gremio.
El propio Alan García se había reunido con un grupo de ex directivos de la Federación para pedirles la creación de sindicatos paralelos y ofrecerles exclusividad en obras del gobierno.
El objetivo evidente era socavar y destruir la organización que es un baluarte del movimiento obrero y social.
Los conjurados se pusieron manos a la obra, pero no por métodos sindicales, sino mediante la violencia y el reclutamiento de maleantes extraídos de los bajos fondos.
El resultado es alarmante: 13 muertos en 2008, 30 en 2009 y seis en lo que va de enero.
En algunos casos, los choques son entre mafiosos.
Lo grave del caso es que las autoridades policiales conocen a los delincuentes y sus modalidades, pero no los refrenan.
En más de una oportunidad, personas ajenas al sector disputan el empleo.
Los empresarios, me señaló el martes Mario Huamán, Secretario General de la Federación, no suelen contratar a los mafiosos por una simple razón: no conocen el oficio. Son gente que nunca ha trabajado ni en construcción ni en nada.
Los pilotos del plan auspiciado por el gobierno recurren en muchos casos a la extorsión.
Ya no reclaman trabajo, sino que imponen cupos de 1 ó 2 por ciento del valor de la obra, bajo amenaza de muerte contra empresarios y sus familias, en particular los hijos.
Esto viene a ser una forma de terrorismo hamponesco, sin ningún ingrediente político.
Creo que en este campo deben intervenir de inmediato los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.
Huamán ha precisado que en otro momento, al inicio del actual régimen, el general PNP Octavio Salazar, hoy ministro del Interior, investigó y encarceló a algunos de los promotores de la violencia en el sector, a los cuales se les encontró incluso armas de largo alcance.
¿Cómo obtuvieron esas armas? Las sospechas apuntan hacia lo alto.
El martes último, con la anuencia del ministro Salazar se ha acordado la formación de una comisión especial, compuesta por representantes de los empresarios del sector, de los ministerios de Vivienda y Trabajo, y del gremio de construcción.
El objetivo del grupo es poner fin a las mafias y las extorsiones.
El Ministerio de Trabajo tiene una responsabilidad política en el proceso violentista en la industria, pues ha propiciado el reconocimiento de sindicatos paralelos –no sólo en construcción– por razones partidarias.
Esto atenta contra la democracia sindical, y debe ser severamente denunciado ante la Organización Internacional del Trabajo.
El método sirve, además, para el reemplazo en el sector público de funcionarios honestos y capaces por compañeros apristas que carecen de esas virtudes.
Cesar Levano
Fuente : La Primera
Teoría del progreso
Le fatiga al ratón su destino de rincón y de escobazo.
Algún día será un león del Parque Nacional del Serengueti -está seguro.
El ratón cree en los milagros de la meritocracia y el esfuerzo.
Está harto el geranio de su proliferación y baratura.
Ha mirado a la orquídea y se ha visto ya en ella, en el futuro.
Le complace al geranio el aroma que le corresponderá cuando ese trance ocurra.
Será también un asunto de mercadotecnia –piensa el geranio.
La lluvia está cansada de ser lluvia y quiere ser diluvio.
No sabe que el problema es que se es lluvia o se es diluvio pero no hay progresión garantizada de una cosa a la otra.
Lo que pasa es que la lluvia cree en la teoría del progreso.
Que es lo mismo que le pasa a la garúa cuando se siente lluvia del mañana.
Cómo se cansa el pícaro de ser sólo un pícaro de medio pelo: sueña con ser tiburón de Wall Street, pájaro de alto vuelo del Citigroup, ladrón de varios ceros hacia la derecha.
Y está convencido de que el tiempo trabaja para él.
Seguro es que el cerro Centinela, el que divide Surco de La Molina, está geológicamente convencido de que en el futuro será rival del Aconcagua.
Y es un hecho que algunos escritores de Alfaguara apuestan a que sus prosas, añejadas por el tiempo, madurarán como los buenos vinos.
Y que algunos poetas creen firmemente que el grass se hará laurel y olivos las espinas.
El adjetivo sueña con ser verbo, la frase una oración, el párrafo un discurso, el discurso un ensayo, el ensayo la suma explicación del universo.
Y no hay aspiración más clara que la de un átomo creyendo que contiene la materia o la del hombre diciéndose que es pariente de la estrella y primo de los ángeles y hasta hijo de Dios.
Nada de eso es cierto, desde luego.
El ratón es ratón, el geranio geranio, la lluvia lluvia y el hombre ese remedo de grandeza.
Nada más doloroso y frustrante que creer en la teoría del progreso.
Cesar Hildebrandt
Fuente : La Primera
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Tentación autoritaria en la democracia
La democracia autoritaria, en nuestro tiempo, es a la vez, liberal en lo económico y autoritaria en lo político, privilegia la reducción de costos para la producción mientras congela la capacidad adquisitiva de los salarios y restringe las libertades civiles y democráticas para “asegurar la paz”.
En América Latina hay varios tipos de capitalismo y de socialismo gobernando, que se combinan en dos distintos escenarios, el autoritarismo y la democracia.
El Brasil de Lula es democrático aunque medio país está en pobreza y con enormes desigualdades a pesar de su pujante industrialización y avance tecnológico.
Venezuela, privilegiada por su petróleo no deja de sumar pobres y conflictos democráticos fruto de una mala gestión de la bonanza y del “neo-autoritarismo” bolivariano.
En el Perú aún se cree que autoritarismo es sinónimo de orden, asociado, en el imaginario popular con eficacia, se cree que lo que nos falta es orden y que necesitamos mano dura y, por cierto, no detenernos en “esa cojudez de los derechos humanos”, según definición del Cardenal Luis Cipriani.
Por eso la mitad o más de los peruanos son políticamente autoritarios y han elegido autoritarismos como régimen político, por lo que también nuestra democracia es autoritaria.
Lo es porque en ella prima un mandamiento de la religión de los empresarios: la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias, con todos sus graves riesgos morales, como que cuando las cosas van bien se llevan muchísimo dinero a cuentas privadas y cuando van mal los accionistas pequeños y los contribuyentes pagan los daños con fondos públicos.
Según el Nobel Joseph Stiglitz, cuando se dejaron de lado las regulaciones el uso discrecional de los recursos ciudadanos precipitó la crisis. En los años cincuenta hubo mucha regulación y ninguna crisis financiera, pero desde el 2000, se retiró la regulación y estallaron cien crisis financieras.
Como dice Stiglitz, la crisis financiera y económica mundial lleva el sello ‘made in USA’ por lo que 12 millones de estadounidenses poseen hipotecas más caras que el valor de sus casas y los microinversionistas que pusieron su dinero en la bolsa y los bancos han perdido casi todo.
Pero ¿dónde está ese dinero perdido? Oh sorpresa, en la bolsa y los bancos “salvados” por el dinero de los contribuyentes estadounidenses.
De nuevo, los pequeños se hundieron y los grandes fueron salvados con la plata de los pequeños. Flor de fraude.
Carlos Urrutia
Fuente : La Primera
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